VIOLENCIA
La violencia no puede ser prohibida
con una Ley hipócrita que es nombrada por el violador, por alguna autoridad Civil,
Militar o Religiosa, tampoco puede ser prohibida por la persona que a nombre de
Dios la convoca pero que en su casa practica todos los días denigrando la
dignidad de su esposa, hijos y sus mayores. El problema pasa por la educación,
desde el hogar, es mejorada por medio de los profesores y ampliada sutilmente
en la universidad. La forma de sentir, pensar, actuar es violenta desde que se
vuelve natural y como es natural no tiene por qué ser cuestionada simplemente
se la acepta, este método de vivir utilizando la violencia, que se expresa con
el uso del miedo y que en el fondo expresa un sentir racista es defendida por
la misma justicia o mejor por las personas quienes se preparan para interpretar
la Ley. En nuestro Estado Plurinacional el problema radica que la violencia
continua aplicándose a título de PROCESO DE CAMBIO, la misma Constitución Política
recupera y eleva a mandato constitucional el VIVIR BIEN, entonces no se puede
comprender como algunas personas quieran vivir bien mientras otros tienen que
vivir mal, los anti-valores propiedad privada, individualismo, egoísmo, uso del
miedo, competitividad, consumismo, la madre tierra es objeto no madre,
superioridad, expresan un modelo de persona que se tiene que emular cuando es
presentada por medio de la televisión, películas, vídeos y es el modelo de
sujeto moderno y ese modelo es replicado por nuestro gobierno cuando
menosprecia al que se opone a las determinaciones políticas, pero como esta
carta no termina aquí, les pido que lean lo que nuestra Constitución Política
Plurinacional nos ordena.
“Toda persona tiene derecho a la vida y a la integridad física,
psicológica y sexual. Nadie será torturado, ni sufrirá tratos crueles, inhumanos,
degradantes o humillantes. Todas las personas, en particular las mujeres,
tienen derecho a no sufrir violencia física, sexual o psicológica, tanto en la
familia como en la sociedad.
El estado adoptará las medidas necesarias para
prevenir, eliminar y sancionar la violencia de género o generacional, así como
toda acción u omisión que tenga por objeto degradar la condición humana, causar
muerte, dolor y sufrimiento físico, sexual o psicológico, tanto en el ámbito
publico como privado. Es deber del
estado, la sociedad y la familia garantizar la prioridad del interés superior
de la niña, niño y adolescente, que comprende la preeminencia de sus derechos,
la primacía en recibir protección y socorro en cualquier circunstancia, la
prioridad en la atención de los servicios públicos y privados y el acceso a una
administración de justicia pronta, oportuna y con asistencia de personal
especializado. Se prohíbe y sanciona toda forma de violencia contra las niñas,
niños, adolescentes, tanto en la familia como en la sociedad. Además de los
derechos reconocidos en esta Constitución, todas las personas adultas mayores
tienen derecho a una vejez digna, con calidad y calidez humana. El Estado
adoptará políticas públicas para la protección… de las personas adultas
mayores… Se prohíbe y sanciona toda forma de maltrato abandono, violencia y
discriminación a las personas adultas mayores. Se prohibirá y sancionará
cualquier tipo de discriminación, maltrato, violencia y explotación a toda
persona con discapacidad. Son
deberes de las bolivianas y bolivianos; Conocer, cumplir y hacer cumplir la
constitución y
“El Estado asume y promueve como principios ético – morales de la
sociedad; ama quilla, ama llulla, ama suwa (no sea flojo, no sea mentiroso, no
seas ladrón) suma qamaña (vivir bien), ñandereko (vida armoniosa), teko kavi
(vida buena), ivi Maradi (tierra sin mal) y qhapaj ñan (camino o vida noble) Son fines y funciones esenciales del Estado, además de los que
establece la constitución y la Ley :
Constituir una sociedad justa y armoniosa, cimentada en la descolonización, sin
discriminación ni explotación, con plena justicia social, para consolidar las
identidades plurinacionales. Garantizar
el bienestar, el desarrollo, la seguridad y la protección e igual dignidad de
las personas, las naciones, los pueblos y las comunidades, y fomentar el
respeto mutuo y el diálogo intercultural, intercultural y plurilingüe.
Garantizar el cumplimiento de los principios, valores, derechos y deberes
reconocidos y consagrados en esta Constitución (Arts. 8.I, 9.1.2.4 CPEP) ”.
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